martes, 25 de marzo de 2014

"A Serious Man" - Análisis de película



"Recibe con sencillez todo lo que te suceda", ése es el proverbio que los Coen ofrecen justo al inicio de su película.
‘Un tipo serio’ (o mejor conocido como ‘Un hombre serio’) está protagonizada por el prácticamente desconocido Michael Stuhlbarg, al parecer un actor curtido en Broadway, que aquí realiza un estupendo trabajo cinematográfico, siendo imposible imaginarse la película sin él (está nominado al Globo de Oro como mejor actor de comedia y musical). Stuhlbarg, que dice más con la mirada que con los diálogos, es el centro sobre el que gira el nuevo y personal trabajo de los hermanos Coen, – “… un film de irregular trazado, pero que nunca pierde el tono, con un principio y un final extraordinarios.” FICM
Ethan y Joel Coen, cuentan la historia de un profesor de matemáticas judío, Larry Gopnik al que, de pronto, todo comienza a salirle mal: Su mujer le pide el divorcio, tiene problemas laborales, los rabinos le dan largas y los abogados le cobran sumas abultadas.
La película abre con un oscuro e inusual prólogo que sucede en otro tiempo y otro escenario, diferentes a los de la acción principal, situada en la década de los sesenta en Estados Unidos. Este relato, en torno a un viejo acusado de ser un fantasma, no es más que un cuento folclórico judío inventado para la ocasión por los hermanos cineastas, para burlarse de la supuesta sabiduría que encierran las historias protagonizadas y/o contadas por sus antepasados. Este segmento, prácticamente un cortometraje que funciona separado del resto del largometraje, prepara el terreno para lo que vendrá a continuación, ya que después de la aparición de esta primera parte del film, le sigue el longitudinal inicio de la historia de Larry Gopnik y su hijo Danny.

La primera vez que vemos a Larry, está en la consulta del médico, durante un “chequeo” corriente. Todo parece ir muy bien. Pero ya desde este momento, comprendemos que Larry no está cómodo. Bueno, es normal que no lo esté en una fría consulta (especialmente cuando el médico sale de la habitación para la prueba de rayos X, algo tan lógico como, en el fondo, inquietante), pero luego le veremos en su trabajo, como profesor de física, y está igualmente desubicado; de hecho, llega a admitir que ni siquiera entiende del todo lo que está explicando. En su casa pasa lo mismo, es como un extraño.

En realidad, lo que le ocurre es que Larry tiene miedo. Es un ser temeroso de todo cuanto le rodea, tanto que no tiene iniciativa, se limita a actuar mecánicamente, dejando que su divinidad decida por él. La religión, en este caso la judía, le ha metido el miedo en el cuerpo, y le ha enseñado que cuando tiene un problema debe recurrir a quienes mejor conocen las sagradas escrituras. De ahí que este hombre serio, recto, fiel a lo que le han enseñado, busque la ayuda de los rabinos, en un intento desesperado por comprender por qué su vida se viene abajo.

Tal como le sucede a Job en el relato de la Biblia, al perder todo, Gopnik deberá elegir entre sus principios basados en su poca fe, que no comprende del todo, y la decisión de solucionar sus problemas como hombre con debilidades. En este vaivén y mientras Larry busca respuestas, todas las tentaciones lo rodean y tratan de confundirlo y distraerlo de su misión más importante: resistir. Mientras tanto, se ve enredado en los más irónicos momentos, en medio de los cuales, sólo busca recobrar el sentido de su vida.

Gopnik no puede simplemente aceptar lo que le pasa y exige y busca de todas las formas posibles comprender qué es lo que lo está llevando por ese tempestuoso camino. Sin embargo, el mundo en el que vive Larry es muy diferente y se mueve por sus propias necesidades. Todos a su alrededor se limitan a obtener el mayor provecho de cada momento, mientras explotan al único ser íntegro (y confundido) de la historia. Éste, por el contrario, se limita a actuar con "rectitud" y guardar silencio, pero sin fe, sin esperanza y sin motivación alguna. Su único sueño es ser un hombre serio -o un hombre en serio- que resiste y que lucha por lo que sueña.

En esta película, que lleva al límite a su personaje principal, se muestra cómo todo puede desaparecer de la misma forma en la que llega, y de qué manera las cosas más simples pueden terminar con el equilibrio físico y mental de una persona.

Escrito por: Elizabeth A. Rodríguez Glez (Copyright 2013)

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